Comer fruta es sinónimo de salud, pero cuando cae la noche surgen muchas dudas: ¿es recomendable tomar fruta antes de dormir? ¿Engorda más? ¿Afecta al sueño? Hoy despejamos estos mitos y te contamos la verdad sobre la fruta en la cena o como snack nocturno.
Mito 1: Comer fruta por la noche engorda
Uno de los mitos más extendidos es que comer fruta antes de dormir se transforma directamente en grasa. La realidad es que las calorías de la fruta son las mismas a cualquier hora del día. Lo que realmente influye en el peso es el balance energético total: si consumes más calorías de las que gastas.
Por lo tanto, comer fruta por la noche no engorda si está dentro de una alimentación equilibrada.
Mito 2: La fruta nocturna provoca digestiones pesadas
Algunas personas creen que la fruta fermenta en el estómago durante la noche. Esto es falso. La fruta se digiere de manera ligera y rápida, y en general favorece la digestión gracias a su alto contenido en agua y fibra.
Eso sí, si tienes un estómago sensible o reflujo nocturno, quizás te siente mejor optar por frutas suaves como pera, manzana o melón, en lugar de cítricos muy ácidos.
Verdad: La fruta aporta nutrientes que benefician el descanso
Algunas frutas son especialmente recomendables antes de dormir:
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Plátano: rico en magnesio y triptófano, ayuda a relajar los músculos.
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Cerezas: contienen melatonina natural, la hormona del sueño.
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Uvas: también aportan pequeñas cantidades de melatonina.
Consumir estas frutas en la cena o como snack nocturno puede favorecer un mejor descanso.
¿Cuál es la mejor forma de comer fruta por la noche?
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Prefiere porciones moderadas (1 o 2 piezas).
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Evita acompañarla con azúcares añadidos o salsas dulces.
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Combínala con yogur natural o frutos secos si quieres una cena ligera y completa.
Conclusión: Comer fruta por la noche es saludable, no engorda más que en otro momento del día y, en algunos casos, incluso puede ayudarte a dormir mejor. Lo importante es escuchar a tu cuerpo y elegir las frutas que mejor toleres.