Fuente: Eldia.es
Fin al largo proceso de obtención de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el aguacate de Canarias. Tercer producto del campo isleño que puede lucir sello propio, tras el plátano y el gofio. Nunca antes ha habido en todo el mundo un aguacate con un distintivo de este tipo. La producción de este fruto en el Archipiélago se anota un incremento exponencial (62,7%) en los últimos diez años.
En 2016 se produjeron los primeros contactos entre agricultores canarios para intentar poner en valor las especiales características del aguacate canario. «La cremosidad, porque tiene menos agua», subraya la gerente de Tropican (antes Asguacan), Gabriela Pérez, le permiten entrar en la cesta de la compra a pesar de competir con otros –chilenos, peruanos, marroquíes…– más baratos.El suelo volcánico, la calidad del agua con que se riegan los aguacateros y la especial climatología definen el fruto isleño
El suelo volcánico, la calidad del agua con que se riegan los aguacateros y la especial climatología fueron algunos de los factores diferenciales que se hicieron llegar al Ministerio de Agricultura, primero (2022), y a Bruselas, más tarde (2023) para lograr que ayer el Diario Oficial de la UE publicara el reglamento que define los aspectos que ha de respetar la producción canaria para lucir la IGP.
Corresponde ahora al Gobierno de Canarias emitir «una resolución con la convocatoria», explica el director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), Luis Arráez, a la que habrán de presentarse «todos los agricultores que pretendan certificar su producción». Arráez estima que serán mayoría los que se adhieran a la propuesta. «En cualquier caso, lo que ahora sí está claro es que quienes no cumplan, no podrán vender con el sello de Aguacate de Canarias», detalla.
Evolución del cultivo
Este fruto ocupa hoy 2.323,6 hectáreas de suelo en las Islas, un 117,7% más que hace diez años. La Palma es la única isla que supera las 1.000 hectáreas, y entre ella y Tenerife suman el 84,7% de toda la superficie dedicada al aguacate en la comunidad autónoma. El salto medido en toneladas recolectadas es menor, pero nada escaso, del referido 62,7%.
En 2023, último ejercicio contabilizado hasta el momento, se cosecharon 14.614,9 toneladas, según el Instituto Canario de Estadística (Istac). De nuevo La Palma (6.338,6 toneladas) y Tenerife (5.612,5) ocupan el 81,7% de la oferta. Ana Luisa Castro, de la empaquetadora realejera Canary Aguacate, cita «la calidad del agua de las galerías» subterráneas como elemento diferencial.El director del ICCA apunta a la posibilidad de haber rebasado las 20.000 toneladas el pasado año
Unas cifras que el director del ICCA da por superadas en 2024. La información recogida a pie de aguacatero permite intuir que el pasado año se derribó la barrera de las 20.000 toneladas. Este árbol frutal «tarda entre cuatro y cinco años», subraya Luis Arráez, en dar sus primeros aguacates, lo que permite sostener que están en camino nuevos crecimientos importantes en los próximos ejercicios.
Escasa exportación
Los futuros incrementos permitirán elevar los actuales niveles de exportación. «Se necesita más aguacate, pero no solo para Canarias», advierte Luis Arráez. Si se logra, el que salga en dirección a la Península o a los países del norte de Europa, «podrá competir en mejores condiciones» que hasta hoy, continúa el director del ICCA.Quien llame aguacate canario al que no lo es se enfrenta a sanciones que van de 150.000 euros hasta un millón
Lo hará contra otros productos que no cuentan «con los cuidados que tiene el aguacate canario», explica Castro, «al que, como mucho, se le pone un protector solar; es puramente ecológico». Los que llegan desde el continente americano soportan «un largo trayecto en barco», añade Gabriela Pérez, además de no tener que cumplir las exigencias de la producción local para la utilización de productos fitosanitarios.