Si nunca has ido más allá con el plátano, ya tardas. Los hermanos Javier y Sergio Torres animan a encurtirlos. “El plátano de Canarias, una vez encurtido, sigue manteniendo su sabor dulce; pero el vinagre utilizado durante el proceso le otorga un punto ácido muy refrescante. Además, el plátano encurtido – tanto con la fruta aún verde como cuando está en su punto– se puede aplicar a infinidad de recetas”. Entre sus osadías, añadir plátano encurtido como sustituto del huevo a salsas como la mayonesa o la holandesa. “También es interesante usarlo para preparar algo parecido a la clásica receta de fresas con vinagre, sustituyendo las fresas por plátano de Canarias: todo un recetón”.
Otra idea es marinarlo con sal, azúcar y ralladura de limón. Déjalo reposar un par de días en la nevera con toda la mezcla y, pasado ese tiempo, sécalo en el horno. Quedará con una textura similar al dátil, para preparar un aperitivo a base de beicon con plátano marinado. Otras alternativas en platos salados son incorporarlo al guacamole, al ceviche (prueba el contraste de la acidez de la lima con el dulzor del plátano) o en empanadillas de morcilla.
En su laboratorio de I+D incluso trabajan con harina de plátano como una alternativa sin gluten a la harina de trigo. La realización es fácil: triturar, secar en el horno, amasar y realizar con eso desde gnocchis a arepas o bombas de torta del Casar. ¿Y la piel? En vez de tirarla a la basura, sigue los pasos de estos dos chefs y prepara con ella mermelada agridulce. Es fácil: piel de plátano, azúcar, vinagre, chalota, cúrcuma, enebro, clavos de olor y guindilla ojo de halcón. Un acompañamiento dulce-picante sorprendente para tus platos salados.
Fuente: elpais.com